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ANFIBIOS

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¡ANFIBIOS, PRIMERAS MANOS!

Calotriton asper, tritón pirenaico. Prepirineos de Girona (Catalunya), septiembre 2013


MANOS Y PIES, DEDOS Y UÑAS por xaviantropus
La mano humana, excepcional per su versatilidad i polivalencia multiusos, tiene una larga historia detrás suyo que se remonta a los tiempos de la aparición de los anfibios (Devónico-Carbonífero). Éstos son los primeros animales poseedores de manos y pies con dedos y uñas, como nosotros, los humanos. Estas extremidades de los anfibios (especialmente las de los “urodelos”: salamandras i tritones) son todo un “estreno evolutivo”.  La mano, similar al pie, es primitiva y poco especializada, y se muestra ya muy próxima a la mano humana actual. No pasa lo mismo con los vertebrados superiores, más evolucionados y con manos más “especializadas” y “adaptadas”: zarpas o pezuñas en lugar de uñas, alas o aletas en lugar de brazos i manos, … 
Sorprendentemente, la mano humana (y también la de los primates) se asemeja mucho más a la mano “prematura” de los anfibios que a la mayoría de las otras manos animales más “acabadas”. Aquí yace el secreto de la mano humana como herramienta universal: la no especialización. Si en lugar de manos, dedos y uñas sin especializar tuviésemos garras, pezuñas o alas, probablemente estaríamos muy adaptados e integrados en el medio natural, pero la cultura, el arte y la civilización humanas no hubiesen estado posibles.           
Así pues, los humanos, tenemos unas manos que se han mantenido fieles al arquetipo primordial de la mano universal, polivalente y no especializada, capaz tanto de escribir en un pergamino, en una libreta o con el teclado de un ordenador, capaz de modelar la arcilla, de forjar el hierro, de montar y desmontar un reloj, de levantar catedrales … 
Y es en los anfibios donde la “idea” de esta mano se prefigura por primera vez. 




Dibujos de Ahlberg, Clack y Blom, 2005 (detalles: Coates y Clack, 1990)




Los primeros anfibios conocidos, como Acanthostega y Ichthyostega (Devónico tardío) tenian más de cinco dedos, pero insertos en una estructura pentadáctila incipiente. En Acanthostega vemos tres dedos extra más pequeños que los cinco restantes y en Ichthyostega tres de los siete dedos conforman claramente una unidad. Los anfibios actuales muestran tetradactilia (mano de cuatro dedos) en los miembros anteriores y pentadactilia en los traseros.  
"El mayor enigma de todos es la estabilidad recalcitrante del cinco una vez que aparece ... ¿Por qué, una vez que se alcanza por cualquier camino y por cualquier razón, después es tan obstinadamente intratable como un límite superior, de forma que cualquier linaje que desarrolle de nuevo seis o más debe hacerlo por una ruta distinta?" (Gould, 1977). 
"Como los dedos suplementarios son eliminados si el desarrollo cesa antes, el desarrollo de la mano pentadáctila a partir de formas polidáctilas anteriores puede ser considerado un fenómeno de fetalización, ... porque apareció muy pronto en la evolución de los vertebrados terrestres y ha sido preservada sin cambios a lo largo de la línea de la evolución humana. " (Verhulst, 1999). 


Izquierda, embrión humano de 10 semanas, las uñas comienzan a crecer en los dedos ya aparecidos tres semanas antes. Derecha, ejemplar juvenil de axolote con los dedos y uñas bien visibles. El axolote es un anfibio mexicano famoso por su neotenia: mantiene la aleta de renacuajo y las branquias externas propias de la etapa larvaria durante toda la vida.
El ser humano también muestra toda una serie de fenómenos de retención de rasgos infantiles y juveniles e incluso fetales en la etapa adulta, como por ejemplo rostreo aplanado, gran capacidad craneal, mandíbulas reducidas y dientes pequeños, piel sin pelo, ... Y respecto a las manos, estas permanecen también "jóvenes", inespecializadas, y por esto pueden  -en sinergia con la posición erguida humana que las libera de las funciones de locomoción o trepa y también con el pequeño gran detalle de un dedo pulgar oponible a los otros dedos- devenir únicas en su versatilidad totipotencial.
La mano humana deviene órgano universal de la manipulación. Destacan dos movimientos especialmente significativos: la pinza de presión o poder, en que s'utilizan todos los dedos y la palma de la mano (por ejemplo al coger un martillo) y la pinza de precisión que conforma el dedo índice con el pulgar oponible (por ejemplo al escribir o al enhebrar una aguja). La "prestación" pinza de poder es compartida per humanos y primates superiores, pero la pinza de precisión es una "herramienta" exclusivamente humana (o muy tosca en primates). El niño humano comienza a hacerla servir a partir de los primeros 8-9 meses de vida. Representa un avance fundamental en el desarrollo psicomotriz del niño, mientras que la pinza de presión aparece ya como un reflejo "instintivo" desde la veintena semana de vida intrauterina y hasta los primeros meses después del nacimiento. 
Así que la mano primitiva del anfibio no es precisamente un detalle insignificante, sino que prefigura un gran hito evolutivo. 


Lissotriton helveticus, tritón palmeado. Picos de Europa (Asturias), junio 2013






Salamandra salamandra, Font del Colell, Albanyà (Alt Empordà-Cat), marzo 2012







Salamandra salamandra, larva con las branquias externas. Montseny (Cat), junio 2014







Salamandra salamandra, larva junto a un renacuajo (¿de rana bermeja?). Montseny (Cat), junio 2014 








Bufo bufo, sapo comúne. Santa Cilia de Panzano (Sierra de Guara-Aragón), agosto 2009








Alytes obstetricans, macho de sapo partero común. Santillana del Mar (Cantabria), mayo 2013

Paseando una noche serena de finales de mayo por la preciosa villa medieval de Santillana del Mar, cuando ya la mayoría de visitantes habían abandonado el pueblo y los comercios cerrado sus puertas, el canto de un macho de sapo partero se dejaba oír con insistencia muy cerca de la fuente del pueblo. Aquello era toda una provocación, el animalito, amparado en la oscuridad de la noche e ignorando el tráfico rodado ocasional por las calles empedradas y el paso frecuente de personas, apenas callaba unos instantes cuando alguien pasaba demasiado cerca suyo. El desafío de localizarlo para poderlo fotografiar parecia empresa fácil, pero nada más lejos de la realidad. A punto estuvo el batracio de reírse de un par de bípedos humanos ya dispuestos a arrojar la toalla ante la infructuosidad de la búsqueda, porque una cosa es oír el canto del sapo partero y otra muy distinta dar con el cantor. Sea como fuere, quizá por curiosidad, el animalito finalmente aceptó dejarse ver y posar para la cámara, un gesto muy de agradecer. 






Alytes obstetricans, sapo partero, vasc: taxantxiku. Aralar (Nafarroa), Agost 2013





Pelodytes punctatus, sapillo moteado. Pedraforca sur (Berguedà-Cat), agosto 2011








Rana temporaria, rana bermeja. Sierra d'Aralar (Nafarroa), junio 2014

Rana temporaria, rana bermeja. Montseny (Cat), junio 2014





Rana temporaria, rana bermeja (4 fotos). Pollineres (Lles de Cerdanya), agosto 2016 






Rana perezi, rana verde común. Izq: Riu Algars (Els Ports-Cat), junio 2012. Der: Riu Ges, Sant Pere de Torelló (Osona-Cat), septiembre 2013



Rana perezi, rana común (2 fotos). Lagoa de Sobrado dos Monxes (A Coruña, Galiza), junio 2016







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